Crónica Raid Chegaga Octubre 2.015

 

Un nuevo viaje a tierras marroquís. Una nueva aventura de Sahara Raids 4x4. Son ya 15 años recorriendo los países y desiertos del Sahara. La ilusión y el entusiasmo de vivir un nuevo viaje perdura en nuestro ánimo, inmutable igual que la arena del desierto...

Todo el grupo se reúne en el hotel Alboran de Algeciras, unas copas, cena, way points, reunión explicativa del viaje, etc. Antiguos compañeros de viajes y aventuras que vuelven a saludarse, y nuevos participantes que se integran a este raid por Marruecos, en total 12 coches y 23 personas.

 

Día 1

Madrugón. El primer ferry de la mañana es en el que embarcamos. La frontera vacía...la cruzamos en media hora. Ponemos rumbo a Marrakech, por el camino José con un Gran Cherokee nos comenta por emisora que su Jeep se calienta y va a 100º de temperatura, mal asunto.

Llegamos a mediodía a la capital del sur, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos. Aprovechamos a cambiar euros a dírhams en un banco cercano a la plaza de la Jemmaa el Efna. Somos tan escandalosos que nos llaman la atención y algunos salimos a la calle para no molestar. Elegimos un pequeño restaurante nada turístico, nos ponen muy bien de comer y además nos sale muy económico. La tarde/noche la aprovechamos para visitar la plaza y perdernos por las callejuelas del zoco.

 

Día 2

Cruzamos el Atlas por el Tizin Tichka a casi 2.300 metros de altitud, por el camino las vistas son majestuosas, alta montaña con ríos surcando el fondo de los valles y pueblos encaramados en los bordes de sus laderas.

Descendemos la vertiente sur por la ruta de las Kasbahs. Nuestra primera parada es en la Kasbah de Telouet. Es una muy antigua fortificación/palacio que en su día perteneció a los Glaoui, un clan que dominó estas tierras a partir del siglo XVIII y que posteriormente cayó en desgracia. Está prácticamente en ruinas, salvo un par de salones, que sorprenden por sus paredes talladas, grabados en madera y suelos de mosaicos.

Continuamos ruta. Lo que antiguamente era una pista pedregosa se ha convertido en una pequeña carretera asfalta que nos hace más cómodo el descenso hasta Ait Ben Haddou. Ganamos en confort pero se pierde el aliciente de aventura. Visitamos esta antigua Kasbah patrimonio de la humanidad recorriendo sus callejuelas y entrando en algunas de sus casas en las que todavía viven familias berberes. Ascendemos hasta llegar al Ksar o granero fortificado desde donde podemos apreciar unas preciosas vistas de la Kasbah, el rio, y los hoteles de la zona más moderna. Junto a la Kasbah se ha construido un puente  de cemento para el acceso más cómodo a los turistas, en nuestra opinión afea este bonito lugar y hace que pierda encanto, un mal de los tiempos modernos y el turismo de masas.

Una pista rápida nos acerca el último tramo hasta Ouarzazate lo que nos permite tomarnos unas cervezas y pegarnos un baño en la piscina antes de cenar.

 

Día 3

Objetivo del día: Lago Iriki y acampada en el erg Chegaga. Dividimos el grupo en dos equipos de 6 coches cada uno. Es una forma de ser más agiles y perder menos tiempo. La ruta es la misma por lo que coincidiremos en diferentes lugares a lo largo del día. En los dos grupos van dos 4x4 de organización que velarán para que todo transcurra sin incidencias.

Nada más salir de Ouarzazate cogemos una pista rápida y ancha que nos conduce a la carretera que va de Taznakht hacia Foum Zguid. Son 50 km. de pista que hace que entremos en "calor" a primera hora de la mañana. En Foum Zguid hacemos una parada para aprovisionarnos y tomar un refrigerio antes de internarnos en una de las zonas más desérticas de marruecos; el lago Iriki.

La pista al Iriki es dura, llena de piedras y baches que entorpecen nuestro avance. A medio camino Diego nos informa por la emisora de que su Mitsubishi Montero va muy mal de suspensión, tiene los amortiguadores ardiendo y no realizan su función. Hacemos una parada para que se enfríen, pero los amortiguadores Dobinson no volverán a funcionar correctamente durante el resto del raid. Entramos por fin en el lago y lo cruzamos todo lo rápido que podemos, pero el calor y la dureza de esta zona pasan factura. El Cherokee de José y su problema de temperatura de radiador hacen acto de presencia, saltan las alarmas y el Jeep se para. Afortunadamente al rato se recupera y ponemos rumbo a las primeras dunas del Chegaga. En estas primeras dunas nos reunimos con el grupo que iba en cabeza, una vez todos juntos preparamos unos toldos para protegernos del sol de mediodía y bajo su sombra nos relajamos comiendo un menú de nuestras provisiones. La temperatura es alta pero las neveras de nuestros coches hacen que el calor sea más llevadero.

Nuestra zona de acampada esta en el centro del erg a unos 15 kilómetros, y esa distancia la tenemos que realizar atravesando el mar de dunas del Chegaga. De nuevo hacemos dos grupos pero el nuestro tiene problemas a lo largo de la tarde. El jeep de José se calienta y la falta de experiencia en dunas de su conductor ralentiza al grupo, por otro lado Diego se siente indispuesto y tenemos que hacer paradas para que descanse. Como si todo esto no fuera suficiente en mi L200 salta la lucecita de fallo motor. Al arrancar el motor este se para y no sube de vueltas, para que la pick up funcione debo de estar acelerando el motor continuamente.

 

Las horas van pasando, seguimos haciendo dunas, pero el tiempo pasa y va anocheciendo. El primer grupo nos confirma por emisora que han llegado a la zona de acampada. Viendo que Diego no mejora optamos por dividir el grupo e intentar llegar a la acampada el mayor número de coches antes de que anochezca. David se adelanta con otros tres coches y yo me quedo con Diego. La noche cae sobre nuestro grupo y debemos hacer una de nocturna dunas. Diego vomita y se encuentra tan mal que debo conducir su Montero. Mi copilota Soraya se pone a los mandos de mi L200 y me sigue de cerca. El ultimo kilometro de dunas antes del campamento es apoteósico, avanzamos a duras penas, Diego opta por llegar andando en dirección a la luces del campamento. Soraya y yo avanzamos lentos pero seguros buscando el camino entre las dunas. Por fin llegamos, con los coches intactos y contentos de haber superado un nuevo reto, el Dragón del Iriki nos lo ha puesto difícil esta vez pero hemos vencido.

Con la noche el viento se calma y disfrutamos de una velada perfecta entre las dunas del Chegaga. Hay un cielo estrellado que ilumina el desierto y la temperatura es ideal, ni frio ni calor. La cena nos sabe a manjar de dioses y para finalizar unos gyn tonic preparados por Joaquín, con sus hielos y todas esas cositas que le echan hoy en día, nos provocan una sensación de bienestar que nos hacen olvidar las tribulaciones pasadas.

 

Día 4

Amanece en el erg Chegaga. Estamos rodeados de dunas y muy cerca de la frontera con Argelia. El día se presenta azul, prometiendo sol y calor. Esta vez el grupo no se divide y avanzamos juntos duneando. La arena está más firme que la jornada pasada y nuestro progreso en dirección a la gran duna del Chegaga es constante. Aún así de vez en cuando hay alguna quedada en crestas que se soluciona rápidamente a base de un buen eslingazo. Disfrutamos de las dunas y de la conducción en este elemento tan inquietante. El Discovery de Fernando tiene problemas, ha desllantado una rueda y se ha quedado atascado en una inclinación lateral con peligro de vuelco. Como sacarle de esa situación se va a largar un tiempo decidimos que el grupo continúe y que dos coches de organización se queden con el Discovery para realizar el rescate. El resto del grupo terminamos el mar de dunas, hinchamos neumáticos y ponemos rumbo al Oasis Sagrado.

Hora y media más tarde llegan los dos Toyotas HDJ 80 de organización y el Discovery rescatado. Nos cuentan que durante las labores de rescate el Land Rover ha desllantado una segunda rueda y por eso la tardanza. Celebramos el reagrupamiento bautizando con un balde de agua del pozo a todos aquellos que han cruzado por primera vez el erg Chegaga. Este bautizo es en honor al dueño y señor del Chegaga; el gran Dragón del Iriki, ser mitológico al que se le debe rendir pleitesía para que su ira no se rebele en contra de los aventureros que cruzan sus dominios.

Una hamada rápida de 40 km. y un arenal próximo a Mahmid son los únicos obstáculos que se nos interponen en la llegada a nuestro hotel, la Kasbah Tabarkat. Aprovechamos la tarde para bañarnos en la piscina, tomar unas cervezas a la sombra de su terraza y disfrutar de una animada charla.

Día 5

En el desayuno celebramos el cumpleaños de nuestro amigo Roberto que se va acercando peligrosa e inexorablemente a los 40. En Tagounite repostamos a tope los depósitos de nuestras monturas y entramos en pista. Esta ruta va paralela con la frontera de Argelia, son más de 200 km. hasta llegar a las dunas de Ouzina. En el primer tramo nos encontramos con dos controles militares, que nos permiten continuar ruta después de darles un listado con la gente que integra nuestro grupo.

Según avanzamos la pista mejora y se vuelve más rápida, lo que nos permite llegar a mediodía para comer en nuestro primer objetivo; el albergue Marabout. El lugar está en obras ya que unos portugueses se han hecho socios con los propietarios berberes y van a convertirlo en una kasbah con habitaciones y haimas. La verdad que tiene buena pinta.

Al despedirnos de la gente del Marabout José nos informa que su Jeep está en las ultimas y que ha llegado a duras penas al albergue, no puede continuar ya que el radiador no enfría lo suficiente. De nuevo Agus y David con sus dos HDJ 80 de la organización se quedan con el Jeep para intentar una reparación de emergencia. Los otros nueve coches cruzamos el lago Maider rumbo a Ouzina. Albert con su Toyota 100 y yo con mi L200 llevamos al grupo por una ruta nueva, llena de arenales, pistas de arena y finalmente por el paso de Remlia.

 

Llegamos a Kasbah Ouzina y parte del grupo decidimos ir a hacer dunas. Al rato aparece el Jeep averiado con sus rescatadores. Se nos unen y nos comentan que han tenido que desmontar el radiador que tenía una fuga y han realizado un bypass con una manguera. Sorprendente pero efectivo. Subimos con los coches a lo alto de la duna de Ouzina y brindamos con vino blanco bien frio disfrutando de la puesta de sol.

   

Aquí no acaban las incidencias, en la Kasbah Ouzina los mecánicos de Sahara Raids deben ponerse de nuevo manos a la obra. El Jeep Cherokee de Yon ha roto la transmisión y hay que cambiársela por una nueva, que casualmente llevaba José. Por otro lado Joaquín tiene problemas con el depósito auxiliar de su FJ ya que no trasvasa combustible. En menos de un par de horas Agus y David solucionan ambos problemas mecánicos y celebramos con una buena cena el feliz desenlace de la jornada.

 

Día 6

Nos despedimos de nuestro amigo Ibrahim de Kasbah Ouzina y después de 40 km. de pistas llegamos al oasis de Taouz. Cerca de allí entramos en un oued y avanzamos varios kilómetros por su cauce de arena. Nos cruzamos con motos y buggies que participan en el Rally de Merzouga.

Salimos del oued y nos aproximamos a las dunas del erg Iznaghi, bajamos presiones y atravesamos sus dunas. Antes de terminarlas el Jeep de Yon dice basta y no quiere arrancar. El alternador esta agarrotado. Hay que sacarlo de las dunas como sea. Optamos por hacer el "trenecito". El 80 de David lo eslinga por delante y el 80 de Agus por detrás para retenerlo y que no se embale en los descensos. Yo por mi parte les voy marcando el camino más sencillo para salir de las dunas. Durante el rescate se rompe una eslinga y el gancho delantero del Jeep, lo que nos obliga a fijar una nueva eslinga al eje del Cherokee. Una vez en el llano David le coloca la barra fija al Jeep y se lo lleva al erg Chebbi, en Hassi Labied buscaremos un mecánico para reparar el alternador.

 

Volviendo sobre nuestros pasos nos encontramos en el oued con un motero del Rally que se ha quedado sin gasolina. Agus se va con Fernando a la gasolinera a arreglar una de las ruedas desllantadas del Discovery. El grueso del grupo va a la Kasbah Tombuctú a comer, David va poco a poco arrastrando el Jeep de Yon. Albert se va a toda pastilla a por la gasolina del motero y yo me quedo en las inmediaciones esperando que vuelva. En definitiva una mañanita movida y plagada de incidencias.

Después de comer nos tomamos la tarde libre, parte del grupo disfruta de la piscina del hotel, bañándose y tomando el sol en las hamacas, otros echan siesta y todo el mundo se relaja. A las 6 de la tarde entramos en las dunas del erg Chebbi y buscamos una zona de acampada protegidos por un valle rodeado de dunas altas. Fogata, unas copas y cena. La noche se vuelve algo incomoda ya que se levanta viento y refresca, pero alrededor del fuego se está a gusto.

 

Día 7

Hoy Agus abre camino en las dunas. Hemos marcado las catorce grandes dunas del erg Chebbi con números y vamos a intentar ascender alguna de ellas. La duna 6 (787 metros) es la que nos pilla más cerca y Agus con su 80 se va encaramando por sus laderas ascendiendo poco a poco hasta que por fin llegamos a su cúspide. Las vistas son inmejorables y el paisaje que se nos abre a nuestros pies impresionante. El descenso es espectacular, los coches se ven como diminutas hormigas en el fondo del valle.

Hacemos más dunas por los valles interiores en dirección a la Dunas 11 y 12 que se nos revelan como demasiado técnicas para el grupo que llevamos. Hay gente que todavía le falta experiencia y es mejor no arriesgar. Nos dirigimos al Oasis de Oubira donde hacemos una parada a mediodía para comer a la sombra de sus palmeras y haimas. Un lugar ideal para reponer fuerzas en el interior del erg Chebbi.

 

Por la tarde la mitad del grupo decide salir del erg e ir a nuestro hotel, el Kenz Erremal, para descansar, disfrutar de su piscina y de sus vistas inmejorables hacia el erg Chebbi. Los más fanáticos de las dunas nos quedamos y atacamos la gran duna de Oubira o Duna 13 (735 metros). Ascendemos hasta la Hoya de la muerte, la rebasamos y subimos por su derecha hasta hacer cumbre. En el ascenso nos encontramos con un viejo 4x4 semienterrado entre la arena, un aviso para navegantes. De nuevo, unas vistas espectaculares y la sensación de llegar al techo del erg Chebbi, más alto no se puede llegar. Hacemos la cresta de su vertiente sur desde donde divisamos la gran duna de Merzouga. El descenso muy divertido.

Con estas dos cumbres hechas damos por finalizada esta jornada de dunas, llegamos justo al hotel para pegarnos un baño antes de que anochezca. Abrimos unas botellas de cava muy frio y brindamos en la terraza de la Kasbah por el día de dunas tan bueno y exento de averías. Disfrutamos de una velada agradable con el marco incomparable del erg Chebbi de fondo.

 

Día 8

Mañana de dunas para despedirnos de este erg tan bello. Nos dirigimos a la Duna 2 (796 metros) que se encuentra al norte del erg. La ataco abriendo una vía de ascenso. Noto como el motor de mi L200 empieza a caer de vueltas y soy consciente de que no voy a poder subir en línea recta. Antes de que se venga abajo opto por subir en diagonal haciendo eses y cogiendo velocidad al hacer los giros.

 

Consigo subir ayudado por las palabras de ánimo de mi copilota Soraya que se emociona con el ascenso. A falta de unos metros de llegar a la cresta final aparco mi pick up y nos bajamos para ir recibiendo a los 4x4 que nos siguen por detrás. La mayoría consigue subir en el primer intento a excepción de Roberto con su Montero 3.2 automático y Albert con su Toyota 100. A base de insistir lo logran, nadie dijo que subir una gran duna iba a ser fácil...

Una vez todos arriba nos sacamos una foto de grupo para recordar este momento y durante un rato disfrutamos de esta sensación tan placentera. Desde aquí arriba se ve todo el erg Chebbi y la llanura de color oscuro que lo rodea. También observamos a unas pequeñas libélulas que sobrevuelan a unos motoristas del Rally de Merzouga, son los helicópteros de la organización de la carrera.

 

Decido hacer la última cresta, coronar la cumbre y descender por el otro lado. Más de uno no lo tiene muy claro, entre ellos Fernando con su Discovery. Ataco la cresta y me quedo! ¡Fantástico!. Tiene que pasar Agus a mi lado y eslingarme hacia delante. Van pasando todos la cresta y tirándose duna abajo sorteando una hoya que les incita a caer en ella.

Luego viene el gran descenso, uno de los mayores realizados en el erg Chebbi por nuestro club. Simplemente espectacular. Todos van bajando poco a poco pero cuando le toca al Discovery de Fernando la cosa cambia. Fernan no las tiene todas consigo, teme que la electrónica de su 4x4 le haga embalarse y no pueda controlar el Land Rover en su descenso. Optamos por asegurarnos y el Toyota 80 de Agus hará de ancla. Una eslinga ata a los dos 4x4 y sella el destino de ambos coches en su descenso de la gran duna. Poco a poco los dos 4x4 descienden la inclinada bajada y Fernando llega al llano sano y salvo.

 

La mañana de dunas va finalizando y nos acercamos a la base de la Duna 3 (770 metros), con facilidad pasmosa encontramos el camino de ascenso sin dificultad alguna. Cruzamos un valle interior y subimos a la cresta más alta de la duna volviendo a descender. Esta duna ha sido la más fácil de todas.

Damos por finalizada la sesión de dunas y nos despedimos del erg Chebbi. Nos vamos a Erfoud, al hotel Xaluca. Casualidad coincidimos allí con la gente del Rally de Merzouga y aprovechamos para saludar al mítico Serviá y sacarnos fotos con Carlos Checa y Laia Sanz.

 

La tarde la pasamos de tiendas con nuestro amigo Younes Chaoui de África Aventuras. Es la hora de las mujeres del raid. A partir de este momento se desata una fiebre compulsiva de 

realizar compras a discreción, incluso algunos hombres caen en esta vorágine desatada. Enfebrecidos por los brillos y colores de los objetos que se exponen en las tiendas compran y compran como si no hubiera un mañana. Tras pasar más de tres horas de compras, solo la amenaza de que no vamos a llegar a cenar les hace desistir de seguir comprando. Con los coches a rebosar de bultos llegamos al Xaluca, totalmente agotados.

 

Día 9

Fin del raid. El día lo pasamos en las carreteras marroquís regresando a España. La frontera la pasamos en 20 min. y tenemos que esperar dos horas para coger el ferry que nos lleva a la península. Una vez en el hotel de Algeciras cena y despedida de los compañeros de aventuras.

Un nuevo raid ha finalizado, lo hemos disfrutado y hemos superado los obstáculos en equipo. Hemos hecho nuevas amistades y hemos reforzado los vínculos con los antiguos amigos. Ya solo queda esperar a preparar una nueva aventura.

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Jon Rodríguez.

Mitsubishi L200.